I lus tres mis se ño res lu te ra nos
ve nid por que os es ta mos es pe ran do
que que re mos ser vi ros co mo a her ma nos
vues tras co sas con ti no sus ten tan do
Es tas car tas vi nie ron a las ma nos
de la jus ti cia el ca so pro cu ran do
Los in dios que ha lla ron ser cul pa dos
pú bli ca men te fue ron cas ti ga dos
To más Can dish pa só bien el Es tre cho
mas no to mó ja más en Chi le puer to
que pien sa de ha cer me jor su he cho
ha llan do al gún na ví o sin con cier to
Guia do de in te rés en su pro ve cho
de la cos ta el ca mi no lle va cier to
al puer to A ri ca mal for ta le ci do
y o íd có mo la co sa ha su ce di do
En es te tiem po es ta ba gran ri que za
de ba rras en la pla ya y por el lla no
la gen te a cu de lue go con pres te za
y vien do que sur gí a el lu te ra no
sa ca ron fuer zas to dos de fla que za
pen san do de pro bar a llí la ma no
Los hom bres con las ar mas a cu die ron
las mu je res tam bién a llí sa lie ron
"Ilustres mis señores luteranos,
venid, porque os estamos esperando,
que queremos serviros como a hermanos,
vuestras cosas contino sustentando".
Estas cartas vinieron a las manos
de la justicia, el caso procurando.
Los indios que hallaron ser culpados,
públicamente fueron castigados.
Tomás Candish pasó bien el Estrecho,
mas no tomó jamás en Chile puerto,
que piensa de hacer mejor su hecho
hallando algún navío sin concierto.
Guiado de interés en su provecho,
de la costa el camino lleva cierto
al puerto Arica, mal fortalecido,
y oíd cómo la cosa ha sucedido.
En este tiempo estaba gran riqueza
de barras en la playa, y por el llano
la gente acude luego con presteza,
y viendo que surgía el luterano,
sacaron fuerzas, todos, de flaqueza,
pensando de probar allí la mano.
Los hombres con las armas acudieron,
las mujeres también allí salieron.
Ilustres mis Señores Luteranos,
Venid, porque os estamos esperando,
Que queremos serviros como a hermanos,
Vuestras cosas contino sustentando.
Estas cartas vinieron a las manos
De la justicia, el caso procurando;
Los indios que hallaron ser culpados,
Publicamente fueron castigados.
pasó bien el Estrecho
Mas no tomó jamás en Chile puerto,
Que piensa de hacer mejor su hecho
Hallando algun navio sin concierto.
Guiado de interes en su provecho,
De la costa el camino lleva cierto
Al puerto Arica, mal fortalecido;
Y oid como la cosa ha sucedido.
En este tiempo estaba gran riqueza
De barras en la playa, y por el llano
La gente acude luego con presteza,
Y viendo que surgia el ,
Sacaron fuerzas, todos, de flaqueza,
Pensando de probar allí la mano:
Los hombres con las armas acudieron,
Las mugeres tambien allí salieron.