Da vis di je vol ví a de a rri ba da
en su na ve las dos fue ron a brien do
y a pi que fue la gen te se pul ta da
en el fon do al in fier no des cen dien do
Al Is la Gran de vie ne a sí lla ma da
Da vis que cru da sed ya pa de cien do
ve ní a con su gen te a quí ha sur gi do
y o íd lo que en la is la ha su ce di do
A quí sal ta ron quin ce a re fres car se
con fin de me ter a gua en el na ví o
la gen te que a llí es tá cu ra em bos car se
con a yu da tam bién de al gún gen tí o
En e llos dan al tiem po que em bos car se
no pue den ni huir del po de rí o
de los nues tros de suer te que mu rie ron
los tre ce y a los dos vi vos co gie ron
Da vis se re ti ró y va hu yen do
sin sa ber de Can dish ni la al mi ran ta
A sí se fue es ta ar ma da des ha cien do
La cos ta la vic to ria be lla can ta
las gra cias siem pre a Dios de e lla ha cien do
que tal vic to ria ad mi ra y aun es pan ta
que bien pa re ce ser de Dios ve ni da
por el glo rio so Pe dro me re ci da
Davis, dije, volvía de arribada
en su nave; las dos fueron abriendo,
y a pique fue la gente sepultada,
en el fondo al infierno descendiendo.
Al Isla Grande viene, así llamada,
Davis, que cruda sed ya padeciendo
venía con su gente; aquí ha surgido,
y oíd lo que en la isla ha sucedido.
Aquí saltaron quince a refrescarse
con fin de meter agua en el navío;
la gente que allí está, cura emboscarse,
con ayuda también de algún gentío.
En ellos dan, al tiempo que emboscarse
no pueden, ni huir del poderío
de los nuestros; de suerte que murieron
los trece, y a los dos vivos cogieron.
Davis se retiró y va huyendo,
sin saber de Candish ni la almiranta.
Así se fue esta armada deshaciendo.
La costa la victoria bella canta,
las gracias siempre a Dios de ella haciendo,
que tal victoria admira, y aun espanta,
que bien parece ser de Dios venida,
por el glorioso Pedro merecida.
, dije, volvia de arribada
En su nave; las dos fueron abriendo,
Y a pique fué la gente supultada,
En el fondo al infierno descendiendo.
Al Isla Grande viene, así llamada,
, que cruda sed ya padeciendo
Venia con su gente: aquí ha surgido;
Y oíd lo que en la isla ha sucedido.
Aquí saltaron quince a refrescarse,
Con fin de meter agua en el navío,
La gente que allí está, cura emboscarse,
Con ayuda tambien de algun gentío.
En ellos dan, al tiempo que embarcarse
No pueden, ni huir del poderío
De los nuestros; de suerte que murieron
Los trece, y a los dos vivos cogieron.
se retiro y va huyendo,
Sin saber de ni la Almiranta.
Así se fué esta Armada deshaciendo:
La costa la victoria bella canta,
Las gracias siempre a Dios de ella haciendo;
Que tal victoria admira, y aun espanta;
Que bien parece ser de Dios venida,
Por el Glorioso Pedro merecida.