Contenidos: Sobre las cartas de Busa | Breves recuerdos de mi relación con el Padre Busa | Créditos

Sobre las cartas de Busa

Con justa razón, el jesuita Roberto Busa es considerado el Padre de las Humanidades Digitales: su Index Thomisticus y los proyectos que surgieron de él siguen siendo, más de setenta años después, buenos ejemplos de las formas en las que se puede hacer investigación en Humanidades con herramientas digitales.

En la historia recibida de las Humanidades Digitales, Italia y los Estados Unidos son hitos obligados al hablar del Index Thomisticus de Busa. No sucede lo mismo con Argentina, aunque el padre de las Humanidades Digitales visitó nuestro país asiduamente entre finales de la década de 1980 y principios de dos mil, y habló de sus proyectos de hermenéutica informática u ofició de consejero de iniciativas locales.

El jesuita era asiduo expositor de las Semanas Tomistas, evento organizado por la prestigiosa Sociedad Tomista Argentina en la Universidad Católica de Buenos Aires, como lo señalan algunas crónicas y noticias de la época.

Las cartas que aquí editamos son parte de las conversaciones privadas que Busa mantuvo con el investigador argentino Sergio Castaño, cuando este era aún un joven estudiante. En estos textos se nos desvela un Busa comprensivo y cariñoso, que hace todo lo posible por escribir en español y aconsejar a Castaño en posibles visitas a Gallarate, y en los temas y posibles directores de su tesis. También leemos los problemas que todos quienes hacemos Filología Digital sufrimos: financiar y difundir la investigación (la quinta carta en latin). Los folletos promocionales de las Escuela de Lexicografía y Hermenéutica tomística computarizada, de la segunda edición de las obras completas de Tomás de Aquino en CD-Rom, la Newsletter del CAEL y las tradicionales postales de Navidad completan el perfil de un Padre Busa que de tan humano resulta casi divino.

Breves recuerdos de mi relación con el Padre Busa

He tenido el honor y el privilegio de haber tratado y de haber entablado una amical relación personal y académica con el insigne Roberto Busa. Esto fue hace más de treinta años, y debo reconocer que en ese momento yo no llegaba a aquilatar enteramente la envergadura y relevancia científica del afectuoso y cordial estudioso que se dignaba a cartearse conmigo y a llamarme por teléfono a mi casa. A mis amigos y a mí nos hacía gracia cuando a veces me decía “Raoul” -en francés. Nos conocimos y trabamos contacto en 1992. Recuerdo que a través de él accedí a la edición de la extraordinaria Opera Omnia del Aquinate, en 8 tomos. Se trataba –también materialmente- de una magnífica edición en papel ilustración, que hice encuadernar con el Sr. Garino, un verdadero artesano encuadernador de la ciudad de Palomar. Esa obra me ha acompañado hasta ahora, y la he usado con gran provecho, dada la calidad científica y confiabilidad del texto. Además, por su exhaustividad, contiene una serie de escritos tomistas menos estudiados que, sobre todo en aquel momento, no eran fácilmente asequibles. Di la buena nueva de esa edición completa de la obra de Tomás de Aquino a mis maestros y colegas, varios de los cuales mostraron gran interés en ella. El Padre Busa me envió entonces muchos ejemplares de la Opera Omnia, que adquirieron, entre otros, el Prof. Roberto J. Brie y el Prof. Félix A. Lamas. Recuerdo que fui a la aduana a retirarlos. Yo, con gusto, vendía los ejemplares y luego le enviaba el dinero a Italia. Con gusto, digo: porque era bueno para el Padre Busa que su obra se difundiera; porque era bueno para mis maestros y amigos tenerla; y principalmente porque los frutos resultantes, en términos de conocimiento, serían muy buenos. Unos años más tarde, mi esposa Beatriz Reyes Oribe y yo accedimos al extraordinario “cd rom” con la Opera Omnia del Aquinate, brillante logro de Busa, que también nos fue de invalorable ayuda en nuestras investigaciones. Con toda su estatura académica y su inmenso prestigio, era hombre afable, humilde y generoso, el Padre Busa. Hacia fines de ese año 1992 –era becario de iniciación de CONICET y docente de la UBA-, tuve el inmerecido honor de que me invitara a dar conferencias en Italia. También para la misma época surgió en mí la inquietud de hacer el Doctorado en Italia, y le pedí consejo y ayuda. Como siempre, la respuesta suya fue solícita y expedita. Finalmente estos proyectos no se concretaron, pero por motivos ajenos al Padre Busa, y que tuvieron que ver con nuestra situación de recién casados y las preocupaciones y apuros laborales y habitacionales propios de esa etapa de la vida. Sé que su motivación para difundir su obra en Argentina se explica en razón del humus científico, cultural e intelectual que distingue a nuestro país en todo el orbe hispánico; y –last but not least- en razón de la lozanía de su esclarecida tradición tomista, que lo señala especialmente en el orden internacional ya desde hace casi un siglo. Hago votos para que este patrimonio espiritual, parte cimera del bien común político, no se vea desbaratado y se agoste por obra de quienes no conducen hacia el bien común. Recuerdo con sincero afecto y emoción al Dr. Roberto Busa, S. J. Que el homenaje de mis colegas, encabezados por la Dra. Gimena del Rio, cumpla con rendirle el tributo de reconocimiento que la academia le debe.

Prof. Dr. Dr. Sergio Raúl Castaño Investigador Principal del CONICET Catedrático de Teoría del Estado (Universidad Nacional del Comahue) Director del Centro de Estudios Políticos (Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino)

Créditos

El proyecto Cartas de Busa se llevó a cabo con CollectionBuilder, una plantilla de código abierto para crear ediciones y colecciones digitales desarrollado por los bibliotecarios de la Biblioteca de la Universidad de Idaho con la metodología Lib-Static

Se utilizó CollectionBuilder-CSV y el generador de sitios web estáticos Jekyll

Miembros del proyecto

  • Gimena del Rio Riande: dirección general, investigación, edición filológica y digital.
  • Gabriel Calarco: dirección técnica y edición digital.
  • Sergio Castaño: digitalización, transcripción e introducción.
  • Nicolás Lázaro: transcripción y edición digital.
  • Juan Héctor Fuentes: investigación, transcripción y edición filológica.
  • Sara Arribas Colmenar: edición digital.

Más información

Especificaciones técnicas