del ombligo á las rodillas; nos trajeron de comer, carne y pescado. Estos Carendies (Querandí) no tienen habitaciones propias, sino que dan vueltas á la tierra, como los Gitanos en nuestro país; y cuando viajan en el verano suelen andarse más de 30 millas (leguas) por tierra enjuta sin hallar una gota de agua que poder beber. Si logran cazar ciervos ú otras piezas del campo, entonces se beben la sangre. También hallan á veces una raíz que llaman Cardes (Cardos) la que comen por la sed. Se entiende que lo de beberse la sangre sólo se acostumbra cuando les falta el agua ó lo que la suple; porque de otra manera tal vez tendrían que morir de sed.
Estos Carendies traían á nuestro real y compartían con nosotros sus miserias de pescado y de carne por 14 días sin faltar más que uno en que no vinieron. Entonces nuestro general thonn Pietro Manthossa despachó un alcalde llamado Johann Pabón, y él y 2 de á caballo se arrimaron á los tales Carendies, que se hallaban á 4 millas (leguas) de nuestro real. Y cuando llegaron adonde esta-