ovejas de su propia producción.
La mayor parte de estos salvajes son católicos y viven de acuerdo con los mandamientos de la religión Católica Romana. Tienen una iglesia en a, dotada de sacerdotes, quienes van de cuando en cuando a celebrar misa allí. Estos sacerdotes residen en Socchoa, que es la hacienda de , que es español, pero nacido en este país, y es dueño y señor de él, el cual comprende no sólo todo el Valle Humahuaca, sino también una gran extensión de tierras más allá, y es una zona de alrededor de sesenta u ochenta leguas de superficie, donde hay muchísima vicuña, de cuya lana este propietario saca considerable provecho. Se apodera de estos animales con muchísima facilidad, por medio de sus súbditos los indios, quienes no tienen más trabajo que hacer un gran cercado con redes de poco más o menos un pie y medio de alto, a las cuales atan gran número de plumas, que son agitadas a un lado y a otro por el viento; después de lo cual los salvajes persiguen a esos animales y los arrean dentro de las redes, como lo hacen con los jabalíes en Europa, en los lazos. Una vez hecho esto, algunos van a caballo dentro de la extensión de tierra en que están encerrados, y mientras