he hablado más arriba, el cual permaneció allá todo este tiempo atendiendo a su negocio particular; pero el capitán que lo comandaba no pudo realizar sus negocios con tantísimo secreto, sino que llegó a oídos del que tenía pensado, en contra de la prohibición que se había hecho, llevarse una gran cantidad de plata y en efecto se apoderó de una suma de 113.000 coronas, que estaban precisamente listas para ser llevadas, de las cuales el capitán no consiguió que se le hiciera restitución: y temiendo un mayor disgusto, principalmente que él mismo fuera apresado, izó velas para regresar a España, sin aguardar ninguna carta para su Católica Majestad, las cuales el le habría confiado; junto con la información que había recibido de las relaciones que los holandeses habían conseguido en el país, que tenía el propósito de enviar a España con toda prisa, como así también algunas personas que había apresado por ser culpables de mantener correspondencia con los holandeses, entre los cuales se hallaba un capitán holandés llamado . La fuga del navío español, por lo tanto, obligó al a alterar su conducta para con nosotros, y a facilitar el retorno de nuestro barco, del cual creyó bueno hacer uso, por falta de otro, para llevar sus cartas y prisioneros a España; bajo la condición de que tomaríamos sobre nosotros
Relación de un viaje al Río de la Plata
y de allí por tierra al Perú con observaciones sobre los habitantes, sean indios o españoles, las ciudades, el comercio, la fertilidad y las riquezas de esta parte de América
